El riesgo químico en la industria papelera

La riqueza del mercado de la industria papelera se sitúa en el largo y complejo proceso requerido por la producción del papel.

Existen dos procesos de fabricación según la calidad del papel deseada: proceso mecánico (pastas mecánicas para papel de diario y revista) o químico (pastas químicas para escritura, impresión o embalaje: pastas sulfito, pasta sulfato o kraft) durante el cual se aíslan las fibras gracias a productos químicos tales como el bisulfito o el sulfato.

• Producción: operarios de producción (operaciones en las maquinas: cargamento, preparación de las materias, preparación y tratamiento de la pasta de papel: mezcla de materias primas, aditivos químicos, dosificaciones)
• Mantenimiento: técnicos de mantenimiento (operaciones en canalizaciones, válvulas, tuberías y cisternas)
• Logística: almaceneros conductores de carretillas (operaciones de almacenamiento de productos químicos, riesgo de las salas de carga de baterías)
• Laboratorios: técnicos de laboratorio (análisis, investigación y desarrollo)

Las 2 principales etapas afectadas por el riesgo químico son la producción de pasta de papel y la transformación/elaboración del papel y cartón.

La producción de pasta de papel

Los riesgos de accidentes se encuentran.

• Durante el blanqueo de la pasta, con el uso del cloro o de ácidos cáusticos, de bases y de solventes clásicos.
• Durante el reciclaje de papel viejo, práctica cada vez más frecuente por respeto hacia el medioambiente.
• Durante las coloraciones, cerca de los baños de colorantes.
• En las salas de máquinas, durante su limpieza con ácido sulfúrico por ejemplo.

La transformación y la elaboración del papel y cartón

La operación de transformación consiste en la fabricación de: papel cartón, papel prensa y otros embalajes.

Podemos mencionar algunos productos químicos.

•  agua oxigenada al 50% o 70%
•  ácido peracético
•  peróxido de sosa
• cloro
•  sosa cáustica
•  ácido sulfúrico
•  resinas, etc.
•  sulfuro de hidrógeno (H2S: gas tóxico)
• dióxido de azufre (SO2: gas tóxico y corrosivo)